Cualquier persona que esté en contacto con el mar o las playas, ya sea con fines recreativos (buceadores, bañistas) o porque trabaje allí (pescadores), está expuesta a padecer lesiones o patologías agudas relacionadas con el medio. Existen tres mecanismos lesionales: los producidos por la radiación de los rayos ultravioletas, los secundarios a la inmersión en agua salada y los secundarios a lesiones o envenenamientos producidos por la fauna marina. La mayoría de las afecciones son banales, con buena evolución clínica, pero existen algunas enfermedades de extrema gravedad en las que la sospecha diagnóstica y el inicio precoz del tratamiento serán básicos para ayudar a mejorar su evolución y pronóstico.